Se diseña la vivienda de forma libre, aunque no alejada en exceso de los prototipos tradicionales por expresa exigencia de la Ordenanza Municipal. Por tanto, se proyectan cubiertas inclinadas con teja cerámica roja y fachadas que combinan el revoco pintado en blanco con paramento de lamas de madera de alerce como fachada ventilada. Los huecos se plantean con amplias superficies acristaladas y ventanales de madera de castaño. Los remates de cubierta y canalones se proyectan en zinc titanio.

Uno de los aspectos esenciales de este proyecto es su adaptación a las últimas tendencias en cuanto a aspectos bioclimáticos y energéticos imperantes hoy en Europa. El objetivo es asegurar las mejores condiciones que aseguren la respuesta del edificio en un horizonte previsible de al menos veinte años. Para ello hemos utilizado criterios allí consolidados con el concepto de edificio de consumo casi nulo con lo que conseguimos en la práctica cumplir con las exigencias del estándar “passiv house” aún sin someternos oficialmente a dicho sello y conseguir una calificación energética “A” muy holgada con un consumo de energía primaria de 27,38 kWh/m2/año.

Para ello utilizaremos además de las mencionadas medidas de diseño pasivo como orientación, control del soleamiento etc, importantes decisiones en cuanto a aislamientos térmicos en muros, cubiertas, suelos, vidrios y carpinterías. Por otra parte, se instalan captadores solares fotovoltaicos capaces de aportar gran parte de la energía que necesita la bomba de calor aerotérmica que nos procura calefacción mediante el sistema de panel radiante por el suelo y agua caliente sanitaria. Se completa el sistema con una instalación de ventilación con recuperador de calor de doble flujo y alta eficiencia. El gran porche situado al Sur está cubierto por lamas motorizadas de aluminio que permiten su regulación a distancia y vidrio que evita el paso de la lluvia.