Sobre una parcela larga y estrecha de 2.252 m2 con pendiente del 12% descendiendo en sentido Este-Oeste, se proyecta esta vivienda que se desarrolla en una sola planta excepto un estudio situado en planta alta. Para adaptarse en lo posible a la pendiente del terreno, la construcción se escalona en tres plataformas y se complementa con muros exteriores de urbanización que establecen la transición con el terreno natural.
Se accede por el Este desde la zona más alta de la parcela y la planta se va retranqueando para abrirse al Sur y Oeste, cerrándose al Norte donde las vistas no son muy atractivas. Los cambios de nivel van configurando volúmenes que se maclan con una imagen racionalista.
Las fachadas están revocadas en blanco excepto el cuerpo del estudio en planta alta que se reviste de cinc.